Dra. Sabina Hernández, Premio Paulina Starr 2022: "Hay que tener mayor sensibilidad frente al dolor ajeno"

Una experiencia personal la llevó a capacitarse en la atención de personas con Necesidades Especiales en Salud, siendo una de las voces más importantes en la materia. Un trabajo reconocido por sus pares, que la postularon al Premio Paulina Starr 2022, que el 8 de marzo le entregó el Colegio de Cirujano Dentistas de Chile.

Pronta a su retiro de la Escuela de Odontología de la Universidad de Valparaíso, la especialista en Periodoncia, comparte su experiencia y entrega un mensaje a las nuevas generaciones de cirujano dentistas.

¿Qué significa para usted recibir el premio Paulina Starr? 

Durante el periodo de enero y febrero estuve abocada a una cirugía que me tuve que hacer en la cadera, entonces se me pasó por alto todo lo que tiene que ver con actividades de la universidad o del Colegio. Por lo mismo, fue un tremendo e inesperado regalo, nunca pensé que mis colegas me iban a postular. Cuando aparecí entre las seis nominadas mi primera reacción fue: "¿Y quién me puso ahí?", porque de verdad no tenía idea.

Pero una vez que lo supe, debo reconocer que sentí orgullo y mucho honor. Me sentí muy contenta porque el esfuerzo que significó esta tarea durante tantos años nunca había sido tan reconocida, entonces para mi esto fue algo maravilloso.

¿Cómo ve el avance de las mujeres en la profesión y en los cargos de dirigencia, como en el Colegio de Cirujano Dentistas? 

En los tiempos en que yo estudié, egresé en 1974, en mi curso en la universidad éramos sólo un tercio de mujeres, totalmente opuesto a lo que yo veo ahora, donde la mayoría son mujeres.

Por otro lado, creo que esta profesión se da más como para que la ejerza una mujer, porque hay que tener mucha suavidad, empatía y cercanía con el paciente, lo que muchas veces se consigue precisamente con una palabra amable que, yo no digo que los hombres no puedan decir, pero las mujeres tenemos un instinto que nos hace apoyar muchas cosas que quizás los hombres no podrían hacerlo. 

Y por supuesto que en puestos de dirigencia las mujeres están sacando la voz, porque en la medida en que se ve que somos tan capaces como el género maculino nos preguntamos ¿por qué no?

¿Por qué se interesó en trabajar con personas con discapacidad intelectual? 

Todo partió por un tema personal, porque mis tres hijos tuvieron alguna discapacidad intelectual, especialmente la menor que nació con síndrome de Down y trastorno del espectro autista (TEA) y por supuesto que eso me posicionó más cerca de los padres que tienen hijos en la misma situación. Muchas veces cuando visitaba instituciones me preguntaban si conocía a alguien que atendiera a pacientes con síndrome de Down, como si fueran seres de otro mundo, y para mí son personas igual que el resto, nunca los vi diferentes.

Entonces, en el año 2000, empecé a ir a los congresos de síndrome de Down en diferentes países donde ya se estaba trabajando en el tema, porque acá en Chile todavía no se hacían. Luego, en 2003, partí haciendo la clase de 'Enfermedad periodontal en el síndrome de Down', porque precisamente las personas con síndrome de Down desarrollan esta enfermedad en una forma mucho más severa que otras personas con discapacidad intelectual. Un tema que hasta ese momento no se hablaba mucho en la Escuela. Incluso, en los libros de Periodoncia se asomaba por ahí un párrafo, pero no había mucha información.

Ante la falta de recursos, en noviembre de 2021, junto a otro colega, partimos con la Asociación Latinoamericana de Odontología para Pacientes con Necesidades Especiales (ALOPE Chile). Por otro lado, en 2015 fui llamada por una asociación española de síndrome de Down, que cada 10 años hace una guía de salud, y me pidieron redactar el capítulo de la parte odontológica.

También estuve becada por la Universidad de Valencia en su Centro para Personas con Discapacidad Intelectual, hice un diplomado en trastorno del espectro autista, y me capacité en Pittsburgh en la aplicación de anestesia general en pacientes con discapacidad severa.

Todo esto lo hice pensando en la implementación del centro de pacientes especiales que nosotros queríamos hacer en nuestra Escuela. Lamentablemente vino la pandemia y todo se fue abajo. Incluso nos habíamos ganado un proyecto del Gobierno Regional, pero al final quedó en nada.

¿Hay posibilidades de retomar este proyecto?

Yo ahora estoy pronta al retiro de la universidad y mi otro colega, el Dr. Jaime Jamett, que también estaba a cargo del proyecto, se retiró el año pasado. Por lo cual veo muy difícil que en la Escuela alguien pueda seguir con esto.

Es lamentable, porque a nosotros en 2020 incluso nos distinguieron con el Premio Golisano al Liderazgo Global en Salud, entregado por la organización Olimpiadas Especiales Internacionales, por nuestro aporte a la atención dental integral e inclusión de las personas con discapacidad intelectual.

¿Cuál es su mensaje para las odontólogas y odontólogos, especialmente a las nuevas generaciones?

Yo creo que les diría que debemos tener mayor sensibilidad frente al dolor ajeno.



Foto principal: Facultad de Odontología, Universidad de Valparaíso