Día Mundial sin Tabaco: riesgos y consecuencias de fumar

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 31 de mayo como el Día Mundial sin Tabaco para llamar la atención mundial hacia la epidemia de tabaquismo, los riesgos del consumo de tabaco para la salud oral y general de las personas

Los riesgos de fumar tabaco y, en general del consumo de distintas formas de tabaco (mascado, solo o mezclado con otros elementos), se relacionan con sus componentes carcinogénicos. En la cavidad oral, los fumadores severos tienen siete veces más probabilidades de desarrollar cáncer oral. Por ello, es clave la identificación de lesiones precancerosas que realizan los dentistas para combatir esta enfermedad.

Fumar también aumenta el riesgo de sufrir periodontitis crónica y deteriora la respuesta reparativa de los tejidos periodontales (encías), lo que puede provocar la pérdida de piezas dentales.


El tabaco genera alteraciones en la salud bucal: 

  • Causa manchas en los dientes 
  • Favorece el desarrollo de caries dental
  • Causa mal aliento
  • Altera los sentidos del gusto y el olfato
  • Favorece la aparición y el rápido avance de la enfermedad periodontal con la posibilidad de pérdidas dentarias
  • Dificulta la cicatrización de cirugías, con mayor riesgo de infecciones
  • Causa lesiones en los tejidos blandos, por ejemplo Leucoplasias, una lesión con riesgo de transformación maligna
  • Aumenta el riesgo de padecer cáncer bucal

En nuestra salud general, el consumo de tabaco está vinculado a mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares por sus múltiples componentes y la nicotina, que provoca efectos como aumento de presión arterial. Asimismo, aumenta el riesgo de fenómenos trombóticos, entre otras patologías.


2022: el tabaco envenena nuestro planeta

En la campaña 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que los efectos perjudiciales que las empresas tabacaleras causan al medio ambiente son enormes y van en aumento, lo que agrava innecesariamente la escasez de recursos y la fragilidad de los ecosistemas.

El tabaco mata cada año a más de 8 millones de personas y destruye nuestro medio ambiente, perjudicando aún más la salud de las personas debido al cultivo, la fabricación, la distribución, el consumo y la eliminación de los productos de tabaco.

El cultivo, la fabricación y el consumo de tabaco envenenan el agua, el suelo, las playas y las ciudades con productos químicos, residuos tóxicos, colillas, incluidos los microplásticos, y residuos de cigarrillos electrónicos.

El humo del tabaco contribuye a aumentar los niveles de contaminación del aire y contiene tres tipos de gases de efecto invernadero.